Actualmente, diversas instituciones de educación y desarrollo tecnológico, fomentan la participación de las mujeres en áreas que históricamente han sido campos denominados como “masculinos”. La tendencia es contar con el aporte de las mujeres en las disciplinas STEM -sigla en inglés para Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemática-, argumentando que el sexo femenino es el 50% de la población, y sin embargo se encuentra sub-representado en estas áreas. De hecho en Estados Unidos, esta línea es parte de las estrategias de innovación y de reducción de la brecha de desigualdad social entre hombres y mujeres. Una revisión a los registros de matrículas anuales en la UCSC, muestra cómo ha evolucionado el interés de las mujeres para orientar sus estudios universitarios en esta institución. En las gráficas, se pueden observar la proporción entre hombres y mujeres en las principales carreras de pregrado y técnicas que se dictan o ha dictado entre los años 2005 y 2016.
La totalidad de matrícula en esta selección de carreras tiene una mayor proporción de mujeres que hombres, y en las carreras del área de las Ciencias -Química Ambiental y Biología Marina- ha sido sostenida la mayor participación de mujeres. La brecha, no obstante, es amplia en las carreras de las Ingenierías, pero se recupera en las materias de economía y administración (Contador Auditor e Ingeniería Comercial). Las gráficas por Facultad no solo muestras las tendencias, también diversos cambios, y algunos tan relevantes, como el hecho de que los hombres también han aumentado su interés en disciplinas que habían sido principalmente “de mujeres”.
Las ciencias de la salud son muestra de otro campo donde las mujeres han mantenido históricamente una mayoría. A pesar de su aumento en matrícula, aún la visión masculina no supera un 30% del total de estudiantes en Medicina, Enfermería, Nutrición y Dietética, Kinesiología y Tecnología Médica.
Esta es la antítesis de las carreras de la educación en cuanto a proporción de hombres y mujeres. La gráfica confirma que el campo masculino sigue siendo el de las ingenierías. Aún solo cerca del 30% de estas carreras de las ciencias exactas son mujeres, y la brecha no tiene una variación sostenida.
En las carreras de la Facultad de Ciencias, las mujeres superan el 50% en sus cursos, en promedio. En esta materias, que son especialmente ciencias del mar, las mujeres mantenían una brecha mayor, pero ha disminuído en los últimos 5 años.
La vocación de enseñar ha sido por lejos un terreno de mujeres, de acuerdo a lo que exhiben los números. La visión masculina solo se ve representada en un tercio de los estudiantes de las carreras de pedagogías y educación de párvulos. Sin embargo, se puede observar cómo cada año, hay un aumento lento pero sostenido de hombres que quiere estudiar para ser profesores especialmente luego de la apertura de programas orientados a diversas áreas, como matemática, biología, o inglés.
El 57% de los estudiantes de las carreras de Periodismo, Trabajo Social, Historia, y Dirección Audiovisual y Multimedia, está conformado por el sexo femenino. En estas disciplinas, del área de comunicación y el ámbito social, ocurre algo similar a lo que se observa en FACEA. Son los hombres quienes han reducido la distancia, y han aumentado su espacio de participación cultivando estas profesiones.
En FACEA las mujeres han sido mayoría, históricamente. Sin embargo, estas disciplinas de la administración, las finanzas y los negocios, muestran que la brecha entre hombres y mujeres se estrecha, y la participación de los hombres va tomando cada vez más terreno.
El 2012, la tendencia histórica en la carrera de leyes de la UCSC, se revierte: al menos en esta última década, sólo desde ese año, hay más mujeres que hombres en esta disciplina. Desde entonces, cada vez más “alumnas” son parte de las clases de Derecho: hoy el 57% de las personas que estudian en la UCSC para ser abogados, son mujeres.
El instituto de Teología muestra en los últimos años una participación relativamente equitativa entre hombres y mujeres. Actualmente, el 57% de los estudiantes de las carreras de Licenciatura en Filosofía y Licenciatura en Ciencias Religiosas, son hombres.
Desde el año 2009, cada vez más mujeres han tomado la decisión de desarrollar una carrera técnica, lo que podría verse motivado por las creación de programas que se relacionan a las áreas de educación, salud, o administración, que en pregrado, reflejan también la mayoría de participación femenina.